Apretando las muelas contengo los gritos.
Parcialmente comprendido entre los que me entienden , suelo divagar por la ciudad en busca de brisas y episodios.
Mis ojos se enrojecen de tanto soñar y el tránsito de melodías que corren hacia el mar mientras mi cerebro no para de cesar.
Secreto de la vida a dos metros de mis narices, huelo el olor de la verdad, y el macabro espejismo real queda atrás.
Pasan los mundos, pasan las cabezas y sigo girando en el mismo lugar.
Cubismo estelar detrás de mis ojos
Sentimientos encarcelados en celdas de compasión, barrotes de pasado, inquebrantables, intangibles, desechos.
Trepo hasta mi cabeza y desde ahí me arrojo al vacío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario